Fecha: 26 de Marzo de 2014
Cuidado de las EncÃas
Una encía en buenas condiciones de salud no debería presentar inflamación ni sangrado. Si esta afección se produce, puede ser debido a que el paciente tenga enfermedad de las encías, que puede desarrollarse sobre dientes (gingivitis y periodontitis) o implantes dentales (mucositis periimplantaria y periimplantitis). El principal agente causal es la acumulación de placa bacteriana (biofilm oral).
La Gingivitis se caracteriza por una
inflamación y sangrado de la encía. Generalmente se observa enrojecimiento,
inflamación y sangrado de la encía, sin que llegue a afectar a los tejidos que
soportan al diente (periodonto). Esta afección es reversible; sin embargo, si
no se trata puede progresar y evolucionar a periodontitis.
La Periodontitis se caracteriza por
presentar enrojecimiento, inflamación, sangrado, recesiones de la encía,
movilidad dentaria y pérdida del hueso alveolar que da soporte a los dientes,
pudiendo llegar a producirse la pérdida del diente.
Por otro lado, la mucosa que se forma alrededor de los implantes comparte
similitudes con la encía que se forma alrededor de los dientes. Al igual que
los tejidos periodontales, los tejidos blandos periimplantarios tienen una
función de protección frente a agresiones del ambiente externo, como por
ejemplo los microorganismos.
La Periimplantitis es una lesión inflamatoria de la mucosa que rodea un implante en función, asociada a la pérdida de hueso de soporte. Las lesiones provocadas por periimplantitis están poco encapsuladas, se extienden hacia el tejido óseo marginal y, si avanzan, pueden llegar a causar la pérdida del implante.