Fotos cirugÃa bucal - implantes y sedación
A estas tres áreas las hemos englobado como un todo, ya que están profundamente relacionadas.
Comenzamos nuestra andadura en cirugía bucal en el año 1990, y en la sedación consciente, mediante óxido nitroso/oxígeno en el año 1992, siendo pioneros en España en estas técnicas de sedación consciente mediante estos gases medicinales, lo cual nos ha permitido realizar tratamientos bajo sedación a personas muy miedosas, dándoles la oportunidad de realizar tratamientos dentales con total relajación, sin miedos ni estrés. Una frase que hemos escuchado muchas veces en la clínica tras una sesión de sedación es: “Madre, no me enteré de nada, no me lo puedo creer”.
Con toda la experiencia que hemos acumulado durante estos más de 30 años en sedación consciente, podemos afirmar que es otro nivel, y quien lo prueba no quiere otra cosa.
Durante dichos tratamientos el paciente se encuentra sedado pero consciente, esto nos permite comunicarnos con él si es necesario ya que puede hablar, pero manteniendo un estado de sedación y relajación que consiguen amortiguar todas las sensaciones de tacto y presión, de tal manera que, por ejemplo, no percibe nuestras maniobras durante una extracción dental o una cirugía de implantes.
Hay pacientes que simplemente no desean sentir nada durante una limpieza de boca o reconstrucción de un diente, determinando un grado de confort superior para el paciente, dándoles una atención de calidad máxima que sin duda se merece.
La cirugía bucal nos abrió las puertas a la implantología, era lógico que tras mucho años de experiencia en cirugía bucal, operando dientes retenidos, quistes del maxilar, frenillos bucales etc, que evolucionara de manera natural hacia ello.
Nos iniciamos en cirugía de implantes allá por el año 1999, realizando varios masters a lo largo de los años, siendo la primera promoción de España con título de Especialista Universitario en Cirugía Bucal, Implantología y Periodoncia.
Recuerdo con mucho cariño uno de los masters en implantología que realizamos, y es que el subtítulo lo dice todo: “ El complicado mundo de la implantología”, dicho master nos abrió la mente y nos hizo desarrollar un espíritu crítico basado en el rigor científico y que es el que siempre nos acompaña.
Hemos realizado también estancias clínicas de cirugía implantológica, así como cursos “Hands On” de técnicas muy específicas y avanzadas, como por ejemplo: “Técnica de Oseodensificación” que nos ha permitido colocar implantes en huesos de muy baja densidad ósea, donde hasta hace pocos años era imposible colocar implantes.
Hemos incorporado también técnicas de vanguardia en regeneración ósea, utilizando PRGF, que son las abreviaturas referentes a los factores de crecimiento plaquetarios, lo que se conoce vulgarmente como “plasma”.
La utilización de estos factores de crecimiento, supuso un salto de calidad enorme en los tratamientos de cirugía bucal e implantología. Tanto es así que hoy en día no concebimos realizar estas cirugías sin la utilización de los factores de crecimiento plaquetarios.
Estos factores de crecimiento se encuentras en las plaquetas de la sangre, y cuando por ejemplo tenemos una herida, las plaquetas “acuden” en masa a ese corte, y liberan sus factores de crecimiento, y se agregan para formar el coágulo, evitar el sangrado y acelerar el proceso de cicatrización. Son los responsables, por tanto, de la reparación de las heridas, de la regeneración tanto de la piel como hueso, ligamentos, tendones etc. De ahí que, hoy en día, se estén utilizando tanto en odontología, siendo los pioneros en el mundo, como en traumatología, tratamientos de grandes quemados etc.
En nuestro campo concreto nos permite hacer regeneraciones óseas en zonas de hueso destruido por infección o quiste y conseguir mediante injertos de hueso y plasma con factores de crecimiento, una regeneración total del defecto óseo, es decir, crear hueso donde antes no lo había. Así mismo se ha demostrado que los lechos óseos donde se va a colocar un implante dental, consiguen mayor calidad y densidad si se aplica este plasma con factores de crecimiento antes de colocar el implante. Igualmente conseguimos una cicatrización más rápida y de mejor calidad de los tejidos, mucha menos inflamación tras la cirugía y un post operatorio con menos molestias para el paciente.